Google tiene una relación amor-odio con el SEO, y por ende con aquellos que, como yo, vivimos del SEO (y del SEM).
En esta «relación tóxica», ambos sabemos que no podemos vivir el uno sin los otros. Y esta mutua dependencia nos jode.
Y como en toda relación simbiótica, siempre alguna de las partes cree que está siendo parasitada por la otra, y por ello, hace todo lo posible por librarse del contrario.
En esta lucha, el Buscador Google usa varias pócimas con nombres de simpáticos animales: Penguin, Panda, y Hummingbird. Todas ellas concebidas como contramedidas para erradicar al WebSpam y desincentivar las prácticas Black-Hat de SEO y SEM.
Pero, a mi entender, como a un amante despechado, se le va de las manos. Pagan justos por pecadores.
Las nuevas partes del algoritmo de Google, Penguin, Panda y Hummingbird (el feo, el malo y el rarito) están diseñadas para penalizar los sitios web de tu cliente, de la competencia y los tuyos, que pretenden sacar ventaja de las técnicas SEO.
Mientras que el colibrí rankea positivamente una página con relevancia y autoridad en determinados keywords (entendidos en su sentido semántico amplio), el oso y el pingüino le aplica factores negativos (a la página y al site entero), de tal manera que los sitios web y sus páginas, se comportan como los átomos, tienen una carga eléctrica positiva y una negativa.
Dicho de otra manera, cualquier página web optimizada para SEO, va a contar con dicha «carga eléctrica negativa», sea por SEO-onpage, o por enlaces de terceros aunque no formen parte de la estrategia SEO-offpage.
Para dos sitios web que, según Hummingbird, tienen contenido de la misma relevancia (con una carga positiva), rankeará mejor aquella página web que tenga menos penalizaciones debidas a Penguin y a Panda (con menos carga negativa).
Es decir que el peso de la carga negativa es mayor que el de la positiva, es más decisivo que antes, esto es, que si antes de Hummingbird las penalizaciones descontaban hasta quedarte a cero, ahora descuentan hasta bajar a un umbral negativo.
En resumen, para dos sitios web, de contenido relevante y autoridad similar:
en Google posiciona mejor la web menos penalizada
o dicho de otro modo, la que tenga menos artificios SEO.
Tres son las evidencias principales para tal aseveración:
- Ver que consiguen mejor ranking páginas en las que no hay ni rastro de acciones SEO, en relación a otras similares pero en las que se aprecia algún tipo de optimización SEO (negritas, links y title con keywords, …).
- El que tras aplicar, en una primera fase, un SEO mínimo y básico (el de manual de toda la vida) a una web, es superada por otras que estaban por debajo y que carecen de optimizaciones SEO.
- Constatar que para ciertas búsquedas, especialmente long tail, posicionan en mejor ranking dominios EMD (Exact Match Domain) de sitios web ¡sin ningún contenido relevante! solo apuntando a la página del parking «Sitio en construcción».
A estas evidencias principales, podría añadir otras más sutiles, pero también más discutibles.
Mi conclusión en esta fresca madrugada de verano, es que hay que ser muy muy sibilino para aplicar las optimizaciones SEO, y que el SEO de manual, el básico, puede perjudicar más que ayudar al posicionamiento de un sitio web.
Que tengáis un relajado verano y que Hummingbird no os ajusticie vuestras webs.